Su poderosa dentadura, aunque amarillenta por el uso, todavía se mantenía intacta, a pesar de la gran cantidad de carne consumida antes de cada atardecer. |
Si lo tocas eres hombre muerto- Amenazó Araña Lobo sin contemplaciones al gigante mientras varios cazadores le encaraban con sus afiladas lanzas.
Su expresión enfurecida revelaba que había comprendido a la perfección la amenaza del enjuto hombre.Sus rasgados ojos revelaban el lugar de su procedencia. Según los más ancianos de la tribu, sus antepasados también poseían la misma mirada altiva, tez amarilla, nariz aplastada y ojos negros a medio descubrir. Su poderosa dentadura, aunque amarillenta por el uso, todavía se mantenía intacta, a pesar de la gran cantidad de carne consumida antes de cada atardecer. Pero aquel sujeto, a diferencia de los primeros pobladores que llegaron a estas tierras con la migración, poseía unos rasgos feroces, denotando una maldad innata.
Aún hacía más impresionante su aspecto la piel de Oso de Cara Chata que ostentaba, que, aunque recortada casi por la mitad, le caía cubriendo toda la espalda. Sus descomunales pies también estaban cubiertos con botas de dicho material. Sobre su pecho colgaban en un collar como abalorios los imponentes colmillos del feroz animal , junto piezas de cuarzo amarillo cruzado por bandas rojas idéntico al que ostentaba Águila Calva.
-¿Quiénes sois? ¿Que rayos hacéis aquí?-Interrogó el gigante.
Decidle a Águila Calva que Hocico Corto lo espera a la salida de Sol en aquella llanura situada frente a nosotros(...)
Aún hacía más impresionante su aspecto la piel de Oso de Cara Chata que ostentaba, que, aunque recortada casi por la mitad, le caía cubriendo toda la espalda. Sus descomunales pies también estaban cubiertos con botas de dicho material. Sobre su pecho colgaban en un collar como abalorios los imponentes colmillos del feroz animal , junto piezas de cuarzo amarillo cruzado por bandas rojas idéntico al que ostentaba Águila Calva.
-¿Quiénes sois? ¿Que rayos hacéis aquí?-Interrogó el gigante. |
Los cazadores replicaron sin salir de su asombro ante las palabras inteligibles del extranjero.
-Suelta al chico y responderemos. Va desarmado-replicó Devorador de Ramas.
-¡Me importa el excremento de Ratón si va desarmado!, ¡Respondedme primero, hijos de veinte lobos!
-Estábamos cazando
cuando el muchacho resbaló. No era su intención dañarte- indicó Mapache.
-Harían falta
varias veces veinte escuálidos imberbes como éste para herirme a mí. Por última
vez, ¿Quiénes sois? Si no respondéis mato a este alfeñique.
Ante la presencia casi tangible sobre su ojo de la punta de lanza, ahora
comprendía el chico las palabras de su padre cuando dijo que no se podía
dialogar con esas alimañas.
Con su poderosa voz, aquel ser emitió un rugido que pudo oírse en todo el valle. Al momento surgieron desde todas direcciones varias veces veinte hombres envueltos en pieles,, rematadas sobre sus cabezas por la mandíbula superior y el cráneo de Lobo Gris a modo de visera helando la sangre con sus escalofriantes aullidos.
El grupo de cazadores fue rodeado en el tiempo que guepardo cruza la llanura.
Le va en ello la vida a esta inmundicia -apuntilló el salvaje desconocedor de la identidad de Pequeño Hermano Que Habla.
...si mañana vuestro cobarde líder no ha aparecido antes de que Sol esté sobre nuestras cabezas, la de este canijo imberbe estará clavada en una lanza para alimentar a las bestias. |
(...)¿Quiénes eran esos sanguinarios seres que conocían a Águila Calva?
(...)Bajando sus armas, partieron hacia el poblado
(...)Dudo mucho que los Ancestros nos permitan verlo de nuevo antes de que Aliento lo abandone.
(...)Bajando sus armas, partieron hacia el poblado
-Así que la profecía era cierta- Masculló entre sus amarillentos dientes Hocico Corto mientras veía marcharse a los hombres. -¡Alegraos muchachos, a partir de mañana habrá carne para todos!
Como cuando un clan de Lobo conquista un territorio a su clan rival, el coro elevó hacia Cielo su recital de aullidos para celebrarlo, al tiempo que Viento devolvía la respuesta de algunos cánidos situados en algún lugar tras las montañas.
...el coro elevó hacia Cielo su recital de aullidos para celebrarlo.
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